Enseñanzas que ella dejo y datos anecdóticos
El verano de 1886-87 encontró a Tucumán en una crisis sanitaria provocada por una epidemia del cólera que afectó a toda la población, especialmente a los sectores más humildes. La urgencia por solucionar esto y encontrar un lugar adecuado para atender a los huérfanos, motivó al fraile dominico Ángel María Boisdron, a solicitar ayuda para los niños, a Elmina Paz de Gallo, quien a pesar de su reciente viudez no dudó en disponer de sus bienes, transformar su vivienda para acoger a los necesitados y aún más, asumir personalmente el cuidado de los huérfanos. Este hecho generó, entre los miembros de la élite tucumana, opiniones contrapuestas ya que algunas personas opinaban que la decisión de Elmina era exagerada, ya que a la edad de 56 años, no era necesario sumir tal responsabilidad, sino que bastaba con su apoyo monetario. La experiencia caritativa de estas mujeres las llevó entonces a tomar la decisión de optar por una vida consagrada a Dios y los más necesitados, esto dio origen a la fundación de la congregación de Hermanas Dominicas del Santísimo Nombre de Jesús. En menos de seis meses de fundado el primer Asilo de Huérfanos de la provincia. Cuando ella tomo la decisión de cuidar todos los niños dijo: "No sólo con mi dinero sino con mi vida toda ayudaré a estos niños huérfanos. Mi casa será la de ellos”.
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